Las varices y la reflexología

Las varices son venas que se encuentran  hinchadas de manera permanente. Pueden aparecer en cualquier parte de nuestro cuerpo, aunque usualmente las notamos en las extremidades inferiores. Suelen verse como gruesas serpentinas de color gris violáceas. Ellas nos alertan sobre el estado de nuestra circulación sanguínea.

Generalmente somos las mujeres con más de 30 años, las que padecemos los contratiempos de las varices. Las varices son indicativas de que el retorno venoso hacia el corazón es difícil. Las causas que favorecen su aparición pueden ser múltiples, a continuación nombraremos las más comunes:


  • Factores genéticos, hereditarios,
  • Problemas y desequilibrios hormonales,
  • Embarazo: por el aumento del flujo de sangre y por lo tanto la presión sanguínea o/y también por el peso que ejerce el bebé sobre la pelvis, dificultando sensiblemente la circulación sanguínea del abdomen hacia las extremidades inferiores.
  • El sobre peso, obesidad,
  • Llevar una vida sedentaria, falta de ejercicio físico,
  • Estar mucho tiempo de pie o sentado,
  • El exceso de calor,
  • Llevar pantalones muy ajustados que comprimen las piernas,
  • El envejecimiento de las válvulas de nuestras venas debido a la edad.

Ellas nos pueden hacer sentir:
  • Pesadez en las piernas,
  • Picor o dolor en la zona,
  • Calambres,
  • Cansancio general,
  • Hinchazón
  • Y a veces pueden aparecer pequeñas heridas en la región afectada.

Generalmente no son peligrosas, salvo en el caso de flebitis o trombosis, que son la aparición de coágulos de sangre en la vena y que tienden a trabar la circulación. En estos casos la zona estará roja, caliente y suele ser muy doloroso. En estos casos la mejor opción es acudir en cuanto antes al médico o centro de salud más cercano.

La existencia de flebitis o trombosis en el cliente, es una contra - indicación para la aplicación del masaje reflexológico. Por lo tanto no trataremos en ningún caso, personas con síntomas de flebitis o trombosis.

Somatológicamente hablando, diremos que los problemas de circulación y específicamente el de las varices, aparecen cuando nos asusta caminar por la vida. Mis piernas me permiten "avanzar" en la vida, desplazarme de un sitio a otro. Las varices en las piernas denotan una "mala circulación". Por lo tanto se podría decir que el sitio en el que me encuentro ya no me conviene o que no me gusta lo que estoy realizando actualmente. Puede tratarse de una relación afectiva o de un trabajo que ya no me llena. Les recomiendo leer un pequeño articulo que habla de la relación de nuestros pies  con la manera de recorrer la vida:

Masaje reflexológico:
El estímulo y el masaje en los pies son de gran ayuda para incentivar el retorno no solo venoso, sino también linfático. En las plantas de nuestros pies existen más de 7.200 terminaciones nerviosas, que al ser movilizadas, favorecen y activan nuestra circulación sanguínea. Muchas son las personas que al salir de una sesión de reflexología notan sus pies ligeros, de hecho la sensación mas común es la de hormigueo, señal de que la sangre circula. El color de los pies es sintomático de que se ha activado la circulación: cambia durante la sesión de reflexológía, al igual que en el masaje corporal. Desde el momento que iniciamos las movilizaciones los pies tienden a calentarse y a mostrar un color más intenso y sano.


                                                                               © Caroline Benkö

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